Ahora vengo yo


Hércules, 2; Real Murcia, 3.
Hace un tiempo, no sé bien cómo, participé junto a unos cuantos tipos más en una de estas listas colaborativas de Spotify, en las que cada uno de los integrantes va incluyendo las canciones que le da la gana. Fue la primera y la última, pero la recuerdo bien; tenía por nombre ‘Canciones para un golpe de estado’. Me atrajo la materia y quise aportar mi granito de arena. El título de la lista habla por sí solo: se trataba de reunir unos cuantos temas que se amoldarían a ese eventual puñetazo sobre la mesa. Y había de todo. Desde ‘La fuerza del corazón’, de Alejandro Sanz, a ‘The winner takes it all’, de ABBA. Yo incluí ‘Con las bombas que tiran’, de Lolita Sevilla, y ‘What a feeling (is believing)’ de la banda sonora de Flashdance. Me parecía que podían pegar, cada una en su estilo. Pero entonces uno de esos tipos que participaba en la lista añadió la canción definitiva, la que para mí, incluso antes de escucharla, era ya el himno golpista por excelencia. El autor era un tal Bobby Cruz, y su título: ‘Ahora vengo yo’.

Dice así: “Yo vine pa averiguar lo que aquí está sucediendo, que hace tiempo que no vengo, y no me quieren contar. Ahora vengo yo. Ahora vengo yo”. Y es eso, que hace tiempo que no venimos por aquí, que nadie nos quiere contar cómo era eso de estar ahí arriba, y que por eso venimos nosotros para comprobarlo personalmente. Y si nos llevamos alguien por delante, mala suerte. Ahora venimos nosotros.

Y se acabó la diversión: llegó Saúl Berjón y mandó a parar. Desde la banda, donde más cómodo se siente, Saúl rugió como nunca y completó el que posiblemente haya sido su mejor partido de la temporada. Nos cuentan que el lateral del Hércules que le cubría lleva dos días hablando solo. Además del golazo tras cabalgada que abrió el marcador y puso algo de justicia al recital de la primera parte, Saúl asistió magistralmente a Kike en el tercero, y desbordó hasta rozar la extravagancia. En esa tarea le ayudó por la otra banda Wellington. Su lateral no habla solo, pero lleva desde la noche del sábado en posición fetal y se niega a salir de casa. Los médicos dicen que aún tuvo suerte, que de haber recibido un solo caño más de Welli, ahora creería ser una aspiradora.

Todo golpe de estado tiene sus partidarios, y en Alicante fuimos unos cuantos; todos uniformados de grana, eslabones de una misma revolución. Cómo disfrutamos allá arriba del baño al Hércules. No he hecho el curso de entrenador, así que no sabría explicarlo con esos tecnicismos que tan bien domina Julio Velázquez: sólo sé que nos los comimos, que teníamos una marcha más que ellos, que sabíamos que arriesgaban atrás y fuimos lobos al presionar, que transmitíamos desesperación por ganar, que nuestras zancadas se comían más metros que las de ellos, y que un resultado justo habría sido un 1-5. 

Sobre el escenario principal del SOS, horas después, Alaska definiría con precisión la sensación que nos dejó el equipo: "No sé que me da-a-aas... que me hace volar". Julio sí que sabe bien lo que nos da Kike, porque cuando éste, derrengado, le pidió el cambio faltando unos minutos, a nuestro entrenador le faltó ponerse de rodillas mientras le rogaba que aguantara, que él simplemente no puede salir del campo nunca. Vaya gol, y vaya celebración emotiva con los desplazados. El gesto de besar el escudo suele despertarme recelo, porque es recurso fácil para los tribuneros, y lo asocio a los/las que prometen fidelidad eterna la primera noche. Sin embargo, con Kike es diferente; él se ha ganado sobradamente el derecho a meternos picu. Cuando Kike besa nuestra corona, hay tanta espontaneidad en el gesto, tanta sinceridad, tanta nobleza, que nos sabe a algo muy parecido al amor.

Dejamos Alicante entusiasmados, y con la mirada un poco más afilada que cuando llegamos. Ahora contemplamos durante más tiempo la clasificación, y trazamos sobre ella planes más rebuscados. Llega la hora de la verdad, y no pensamos achantarnos. Vinimos aquí arriba pa averiguar lo que aquí está sucediendo, que hace tiempo que no vengo, y no me quieren contar. Ahora vengo yo.

Real Murcia: Casto; Mauro, Alex Martínez, Molinero, Wellington, Saúl (Acciari, '87), Eddy, Toribio, Dorca (Truyols, '57), Kike y Malonga (Tete, '72).
Goles: 0-1, Min. 28, Saúl; 1-1, Min. 40, Gai Assulin; 1-2. Min. 58, Font (p.p.); 1-3, Min. 61, Kike; 2-3, Min. 89, De Lucas.

5 comentarios:

  1. Felicidades, no por hoy, sino por cada semana. Que te paguen por incluirla en los periódicos.

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  2. Yo lo conozco, y encima es GUAPO.

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  3. Que grande, como me gustan tus escritos y cómo los siento. Claro que también tengo la droga grana en vena casi desde que nací, y eso ayuda. Jajaja
    Viva el REAL MURCIA

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