Firmar y sellar


Real Murcia, 2; Somozas, 1
Antes del partido había páginas que llenar con palabras escritas, y había silencios que romper con palabras habladas, y tanto para ese escribir como para ese hablar, de entre todas las palabras disponibles en el idioma español esta ciudad eligió la palabra 'trámite', a esa palabra que tanto les gusta no renunciaron, ésa fue la palabra que nos arrojaron a los que leíamos y escuchábamos, no otra palabra, sino precisamente esa esdrújula sin encanto alguno, 'trámite', esa esdrújula que no rima con nada y que dudo que haya asomado alguna vez por un poema, esa esdrújula que si fuera humana no sabría sonreír siquiera, 'trámite', esa palabra que nace ya muerta. 

Que el partido contra el Somozas era un puro trámite, dijeron durante toda la semana, y en esa frase se definían, definían su falta de cariño por el Murcia, definían su me-da-igual-el-Murcia, porque sólo a algo que en el fondo no les importa le asignan la palabra 'trámite', sólo a lo ajeno, a lo que no les interesa, al examen de su supuesto amigo, "eso está chupado, ese examen para ti es un trámite". Como no les importa, no sufren; como no sufren, no ven los peligros ni las dificultades que acechan, simplemente adoptan una posición comodona, de optimismo simplista y casi de exigencia: no te atrevas a fallar, eh, que esto es un trámite. Algunas teorías sugieren que este tipo de sujetos en realidad están esperando que el amigo suspenda para asomar de nuevo con un: ¡Pero bueno, si era un trámite, qué has hecho!

Así aguardaba buena parte de esta ciudad el partido, con un "Es un trámite" en los labios, y con un "¡Pero bueno, qué habéis hecho, si era un trámite!" guardado en el bolsillo de la chaqueta por si fallábamos, guardado pero bien a mano, guardado para sacarlo rápidamente al final, y ondearlo, y gritarlo a viva voz: "¡Eh! ¡Oye! ¡Que es el Somozas! ¡Que veníamos a presenciar un trámite!". Eso es lo que les gustaría a ellos: que el fútbol fuera un trámite, un papel que firmar y sellar, Murcia 4 Somozas 0, écheme una firmita aquí. Para ellos, la plantilla del Somozas se había cruzado toda España para escenificar un trámite, para ser burocracia en movimiento y a su servicio. Es gente que odia el misterio, que desprecia con facilidad, que coge un martillo y le clava un 'flojísimo' al Somozas sin pestañear, con mofa incluso, sin saber lo más mínimo del rival, negándole al Somozas la posibilidad de firmar el partido más bello de su historia en la Nueva Condomina, una victoria rotunda sobre la que componer cantigas. Es gente que no le regala siquiera un 'intrigante' al Somozas, cosa que sí hacen los que sufren y tienen muy presentes los peligros y las dificultades que acechan; estos sí que clavan con el martillo un 'intrigante' al Somozas, cómo no clavarle un 'intrigante y sospechoso' al Somozas, como no clavarle un 'sois capaces de liárnosla' y un 'no me fío' al Somozas, si esto es fútbol, si somos el Murcia, si la historia de este club está repleta de somozazos.

Pero este Murcia no se confunde. Este Murcia de cicatrices baja al barro, se remanga y se ensucia sin complejos, y si es que algún jugador camina de puntillas y con remilgos para no mancharse, Acciari lo empuja y ése también cae al barro y se mancha como el resto. Fuimos superiores, pero sin alardes. Les metimos mano en los primeros minutos, pero tras ponernos por delante con una genialidad de Javi Flores nos aturdimos, o más bien fuimos aturdidos por un Somozas rocoso, bien colocado, paciente, que no dejaba espacios. En realidad, ese chapoteo de los dos equipos en el lodazal evidenció que el Somozas estaba en perfectas condiciones de somocearnos. Así que cuando nos empataron, los del 'trámite' en los labios tantearon su bolsillo de la chaqueta y comprobaron que sí, que la exclamación y la indignación estaban en su sitio, que hoy quizás podrían disfrutar un rato agitándola. Sin embargo, no habían acabado de acariciar su bolsillo cuando, visto y no visto, Carrillo amortiguó un melón y de sus patas largas nació un pase templado, mimado, que dejó solo a Garmendia y que éste aprovechó con un disparo a la altura. Carrillo nos acababa de mostrar su lado más tierno, el más delicado, justo la faceta que había ocultado hasta ahora. A partir de ahí, el Murcia volvió a soltarse, pero sin excesos y muy pendiente de que no hubiera grietas atrás. No las hubo, así que salimos sonrientes del barro. Los del trámite salieron serios, claro. ¿Acabar pidiendo la hora contra el Somozas? ¡El Murcia, en casa! Inconcebible. Contra el Somozas es firmar y sellar, repiten. Firmar, sellar, y luego quizás fotocopiar. Sellar y firmar. Quizás también fotocopiar. 

Real Murcia: Fernando, Jose Martínez (Jairo, 50'), Prieto, Jaume, Pumar, Acciari, Armando, Albiol, Javi Flores, Garmendia (Arturo, 73') y Carrillo (Gerard Oliva, 79').
Goles: 1-0. Javi Flores (16'). 1-1. Pablo (50'). 2-1. Garmendia (52').
Luis María Valero  @Mondo_Moyano  torremendolliure@gmail.com

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