Promesas del sureste


Jaén, 0; Real Murcia, 0.
Los que estuvieron en Jaén acercaron la oreja a las puertas adecuadas, y se enteraron de muchas cosas: resulta que alguien le había prometido al portero local diez asignaturas de Magisterio si mantenía su puerta a cero. También parece confirmado que Paco Sutil podrá realizar un doctorado en Filosofía con gastos pagados en no sé qué universidad amiga de Perú, y dicen que hay un centrocampista del Jaén cuya novia tiene ya cumplidos los créditos de libre configuración para esta vida y dos más. El Jaén no se jugaba nada o casi nada en la clasificación, pero se lo jugó todo dentro del campo. Nada que objetar, claro. Pero nuestros embajadores en Jaén hablan de una visión espectral: un ex piragüista olímpico vestido de traje, merodeando el estadio de La Victoria. En la mano izquierda, un maletín negro. En la mano derecha, una ensaimada. "Llevaba un conjunto de nariz falsa, bigote y gafas, pero le reconocimos". Esos mismos embajadores tuercen el gesto al hablarnos del partido. Un ida y vuelta en la primera parte, con serias opciones de adelantarnos. Un vuelta y vuelta en la segunda parte, con serias opciones de perder. Incluso sin ver el partido echamos de menos a Rafa de Vicente, porque el adjetivo "plano" se escuchó demasiadas veces, y Rafa es un gran antídoto para esa palabra tan fea. Lo bueno: seguimos dependiendo de nosotros mismos. Lo malo: nos acecha la perífrasis tener que ganar. Si queremos campeonar, tenemos que. Y es una perífrasis difícil de conjugar a estas alturas, para todos. En cualquier caso, esta jornada no ha sido un paso atrás, sino más bien lo contrario. No estamos más lejos: estamos más cerca. Así lo entendieron también nuestro embajadores en Aceitunalandia, que aprendieron pronto a acariciar este punto como merece. Antes de partir de vuelta a Murcia, estos embajadores aseguran haber tenido una última visión. "Lo vimos, sí, sí. Era él otra vez. El ex piragüista olímpico estaba sentado solo, en el banco de un parque de Jaén, con una bolsa de gusanitos. Ya no tenía el maletín con él. Se había quitado la nariz, el bigote y las gafas, y estaba como desplomado en el banco. Entonces pasó un hombre paseando a su perro por delante de él, y el piragüista le habló. Señor, por favor, lléveme a casa, eso le dijo. Lléveme a casa, le repitió".

Real Murcia: Fernando; José Ruiz, Pumar, Ruso, Sobregrau; Guilló, Fran Moreno (Arturo, 86′), Chavero, Carlos Álvarez, Javi López (Isi, 79') y Sergio García (Germán, 59').

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