Progreso y esperanza


Real Murcia, 2; Sporting B, 1
Cuál es el segundo apellido del patas, me preguntaba yo, no el primero sino el segundo, no de otro sino de José Ángel Carrillo, nuestro patas del barrio del Progreso. Tras esos dos golazos ya era pertinente conocer determinados datos, pertinente saber cuál es el apellido que viene después de Carrillo, esa duda tenía yo en mente mientras bajaba las escaleras de Tribuna y abandonaba el estadio, con el eco de los últimos aplausos al equipo de fondo. Averiguar su segundo apellido enseguida y ahora e inmediatamente, eso bailaba en mi cabeza, y por eso tomé medidas y tecleé las letras oportunas en mi móvil, por eso ofrecí las suficientes pistas, para que ese artefacto me devolviera a cambio la verdad, ése era su cometido, ésa su función; lo que pasa es que el aparato no estaba preparado todavía, del así llamado colapso de cobertura que provoca un partido en Nueva Condomina no se había recuperado aún, y yo estuve por tanto varios minutos sin saber cuál era el segundo apellido del chico que nos había ganado el partido con sus dos golazos, un periodo de alrededor de dos intrigantes minutos, hasta que ya alejado del estadio mi móvil volvió en sí y me lanzó la respuesta.

Yo no esperaba realmente un tipo de apellido concreto, lo único que deseaba es que no fuera un García o un López, ante alguno de esos apellidos aburridos me habría sentido decepcionado, y ciertamente no, no quedé decepcionado, porque mi móvil respondió a mi pregunta con un sorprendente ‘Casamayor’, bien, bien, me dije, no una casa grande sino de hecho la más grande, la mayor casa, algo contundente, con carisma. Cualquiera puede comprobar en Internet que el apellido *opuesto*, Casamenor, realmente existe, que de hecho hay un tipo relativamente conocido en su ámbito, desconozco cuál, que se llama Rafael Casamenor, así que ése podría haber sido perfectamente el apellido que le correspondiese a nuestro delantero centro, Casamenor, sin duda un apellido que incluso me habría decepcionado tanto o más que un García o un López. Afortunadamente, nuestras esperanzas no están depositadas en un Casamenor, sino en un Casamayor, en un apellido elegante y contundente a la vez, y por tanto, tras averiguar el dato, unos dos minutos después del final del partido, camino ya de casa, pude concluir que el delantero centro del Real Murcia para los próximos (¿diez?) años es un patas natural del barrio del Progreso, que apunta a jugadorazo, y que se llama José Ángel Carrillo Casamayor.

En el primer gol fue Casamayor; en el segundo, Don José Ángel. El primer gol es un obús sin apenas ángulo dirigido milimétricamente al espacio comprendido entre la cabeza del portero y el travesaño, un obús que no descartaba la opción de volarle la cabeza al portero, porque en todo cálculo matemático siempre hay un margen de error, y daños colaterales hay en toda acción de guerra; qué va a hacer, debió pensar el portero, no tiene ángulo, si la cruza la paro fácil, si va al primer palo será aún más sencillo, ¿o es que quiere volarme la cabeza? A esa última posibilidad debió concederle un pensamiento fugaz el portero justo antes de que un objeto esférico le besara la coronilla a supervelocidad, y sí, sí, volarle la cabeza y lo que surja, eso es lo que había elegido hacer Carrillo. En balonmano hay una ley no escrita que *prohíbe* los lanzamientos cercanos al rostro del portero, pero gracias a Dios esto no es balonmano, y Carrillo no tuvo el menor miramiento (fue Casamayor). La madre y la novia del portero agradecerán siempre que ese balón no volara unos centímetros más bajo: de haber sido así, su rostro habría sido completamente rediseñado, y ese chico aún juraría hoy ser la viudita del conde Laurel. 

El segundo gol es diferente, otra sutileza, otros modales. En el segundo gol, nuestro patas rinde un homenaje hermosísimo al oficio de delantero centro practicando el ballet eterno de su gremio: veo que van a centrar desde banda, así que amago a mi marcador con que me voy al segundo palo, pero en realidad parto a toda velocidad hacia el primero justo antes del centro; el defensa se ha comido el engaño, y por eso me anticipo y puedo rematar libre de marca (en ese gol, Don José Ángel). Fue una maniobra de especialista que quizá le reveló Kike una tarde de invierno, al oído, muy flojito.

Más sobre Carrillo, me decía yo tras averiguar su segundo apellido, más sobre nuestro delantero para años, y quise profundizar en su barrio, el así llamado popularmente barrio de las ranas, y así aprendí que el Progreso linda al este con Los Garres, al sur con Algezares y al oeste con Aljucer, correcto, todo tipo de pedanías huertanas, todo tipo de fronteras, y yo: más, más sobre el Progreso, y así también aprendí que la patrona del barrio es Nuestra Señora de la Esperanza, no una de esas vírgenes sufridas como Nuestra Señora de los Dolores (Casamenor) o Nuestra Señora de las Angustias (Casamenor) sino concretamente la optimista Virgen de la Esperanza (¡Casamayor!). En el Progreso manda la Esperanza. Y yo: sí, sí, casualmente Carrillo cada vez juega mejor (progresa) y cada vez nos ilusiona más (esperanza). ¿Es progreso y esperanza el lema de Brasil? ¿Está cogido ya progreso y esperanza o podemos aplicarlo a Carrillo e incluso a este Murcia? Eso me llegué a preguntar, pero no, el lema de Brasil es orden y progreso, sin referencia alguna a la esperanza, sobre la esperanza en Brasil nada se dice. En Nueva Condomina sí, en Nueva Condomina mucho progreso pero también mucha esperanza, y más tras ver cómo responde el equipo. Aún escocía lo de Oviedo, así que pudimos habernos hundido tras recibir (en fuera de juego) un gol de rebote en el primer acercamiento rival. Sin embargo, vimos un Murcia recio, confiado, que de hecho fue progresando durante el partido y que en la segunda parte fue vertical e incluso verticalísimo para atosigar al Sporting B. Jairo volvió a reclamar la titularidad estirando al equipo, Armando mandó por el centro, y en defensa, Prieto y Sobregrau enterraron los fantasmas del Tartiere. Del Sporting sólo hubo noticias a balón parado.

No me olvido de Álvaro Marín, 19 años, ni idea de qué barrio de Murcia exactamente. Este lateral derecho debutaba ayer en Liga con el equipo de toda su vida, en casa, ante bastante gente, con todas las miradas pendientes de él, y eso no es nada sencillo. Si yo hubiera estado en su pellejo, lo único que se me habría pasado por la cabeza habría sido: por Dios, que no la líe. Para un lateral, el objetivo un día así es cumplir en defensa, mantener la posición, no arriesgar demasiado en ataque, asegurar. Pero Álvaro no quiso. Álvaro se empeñó en presentar su candidatura a que busquemos pronto e incluso prontísimo cuál es su segundo apellido. ¿Un lateral no tiene que arriesgar en su debut? Álvaro dobló a Albiol ni se sabe cuántas veces, a Álvaro no le tembló el pulso para sacar el balón jugado desde atrás, en corto, muy tranquilo, con clase. Y sobre todo, Álvaro sirvió el grandioso centro del 2-1 de Carrillo, un centro con arco a lo Míchel y en agonía, en carrera, casi desde el córner, presionado por un rival. Ese centro fue como componer una estrofa perfecta bajo un bombardeo. Algunos buscaron a Carrillo en la celebración, pero la mayoría fue a abrazar al debutante: se dieron cuenta enseguida de que esa asistencia es de las que merecen insignias. 

Le dolió mucho marcharse sustituido por lesión, porque Álvaro saltó ayer al césped ambicioso, y quería brillar hasta el final. Con la ovación que le dedicamos quisimos decirle: tranquilo muchacho, lo hemos visto todo y hemos tomado nota, igual que Aira. No nos vamos a olvidar de esto, y esa banda derecha no se va a ningún sitio; ese tramo de césped se queda ahí para ti, Álvaro, para muchos años. De eso se trata, de que el césped siga ahí para Carrillo, para Fernando, para Arturo, para que estos muchachos sigan anestesiándonos en una época tan dura para el club. En los despachos, ni progreso ni esperanza. Sobre el césped, salpicado de murcianos con ganas de comerse el mundo, latimos con más fuerza que nunca.

Real Murcia: Fernando, Álvaro (Víctor Ruiz, 71'), Jaume, Prieto, Pumar, Acciari, Armando, Albiol (Jairo, 60'), Javi Flores, Garmendia y Carrillo (Gerard Oliva, 65')
Goles: 0-1. Jaime (11'). 1-1. Carrillo (13'). 2-1. Carrillo (53').
Luis María Valero  @Mondo_Moyano  torremendolliure@gmail.com

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