Cagarse en la puta


Luis María Valero (@mondo_moyano)

Real  Murcia, 0; Recreativo, 0.
Los últimos cuatro partidos del Murcia en casa han terminado 1-0, 1-0, 0-0 y 0-0 con un promedio de 1,2 ocasiones claras de gol, y este balance es muy hermoso si pensamos en el origen, de dónde venimos, pero es menos hermoso si pensamos en el destino, a dónde queremos llegar. Dado que  somos el Murcia y no sabemos no aspirar a ser primeros en esta categoría, un empate a cero en casa nos duele siempre. Aunque no todos los 0-0 son iguales; hay algunos que no te arrancan ni una sola palabra, hay algunos que te arrancan palabras amables o al menos una resignación bien llevada, pero hay una última categoría de ceroceros en los que sólo procede cagarse bastante en la puta, reencontrarse con esa expresión que es ya vieja amiga. Y éste fue uno de esos ceroceros.

En un momento indeterminado de tu infancia va tu padre y se caga en la puta. Estaría yo en algún punto del tramo entre los 7 y los 10 años, todavía golosinas de los Simpsons en la cantina de Maristas, y de repente La Autoridad giró el pomo de no se sabe qué puerta e inauguró un nuevo salón en mi galería de los insultos. Intuí pronto que aquella galería la frecuentaría mucho en adelante; de la potencia de esa frase fui enseguida consciente. De hecho, en cuanto escuché esa frase, la cogí, salí corriendo y se la enseñé a mi por entonces mejor amigo y hoy absoluto desconocido, para informarle de que mi padre se había cagado en la puta, y para sondear sus impresiones al respecto. El hoy desconocido se echó a reír, me expresó su fascinación pero a la vez su incomprensión, no entendía qué podía significar aquello, igual que yo tampoco lo comprendía entonces ni lo comprendo ahora, no es una frase a la que exigir demasiadas explicaciones ni un significado preciso, precisamente por eso funciona, porque es vaporosa y se mueve en el misterio. Te cagas en la puta y sigues tu camino. No te cagas en la puta madre de nadie, tampoco en su estampa ni en su calavera, juegas a la omisión. Te faltan palabras para llegar a esos terrenos, frenas antes. Sólo te cagas en la puta, eso te basta.

Me sigo cagando en la puta. Yo sé que está de moda el buenrollismo, el ponerse la venda y el llamar jugadorazos a futbolistas que cumplen y poco más. En el traslado de La Condomina a La Nueva se nos quedó un listón olvidado en algún cajón, pienso. Y sí, hoy la afición es mucho mejor que la de entonces, más sana, pero también más inocente, hasta llegar a ser a veces inocentona. Dado que eso es lo que está de moda y es lo que más se lee últimamente en relación al Murcia, no me siento culpable por cagarme un poco en la puta y salirme de ese tono habitual. Son necesarios los contrastes. Me encantó Forniés, que lleva unas cuantas jornadas a nivel de lateral sobrado para Segunda División. A partir de ahí, muchos mecagoenlaputa, o al menos bufidos guturales. Bufido cuando, con el tiempo esfumándose, un jugador del Murcia (Carnicer) fue capaz de quedarse tendido dos veces en cinco minutos y dio lugar a que entrasen las asistencias, que es algo que en esa situación de partido sólo tiene que ocurrir si te estás muriendo. Bufido también para lo de David Sánchez, porque es uno de los jugadores con más clase de esta categoría pero no puede llevar nuestro centro del campo. No puede ya. Y un bufido muy especial para la anarquía de Santi Jara, capaz de jugarse un tacón a media vuelta de espaldas, en su propio campo, dándole igual si ese balón se pierde y provoca una contra. Por su calidad, Santi Jara es aprovechable, pero hay que alejarlo lo más posible de todo lo que huela a orden y seriedad. Es decir, hay que aceptar su caos y acercarlo lo máximo posible a la portería rival. 

Pero los bufidos no alteran lo más mínimo la ilusión, porque Salmerón sabe lo que lleva entre manos, y quiero creer que la gente de traje también. Mauricio García de la Vega pronunció el día de su presentación una de las frases más estimulantes que he escuchado de un directivo: "No he venido al Murcia a perder dinero". Me bajó un escalofrío por la espalda, o me subió, ya no recuerdo. A Mauricio sólo le pido lo que aparenta: pago de nóminas y seriedad. Seriedad, sísí. No sé si conoces la expresión 'me cago en la puta', Mauricio, pero necesitamos que te cagues mucho en la puta, en este club. El compadreo huertano y desastrado que históricamente ha lastrado al Murcia debe ser erradicado. Infórmate bien de todo, bucea en los archivos, pregúntale a Deseado quién fue José Ruiz y por qué no siguió para traer a Fede Vega. No dejes que te inviten a gintonics, eso es lo que mejor saben hacer, así querrán sumirte en su compadreo letal. Diles que no bebes. Cágate en la puta.

Real Murcia: Biel Ribas; Juanra, Orfila, Mateos, Forniés; Santi Jara, Armando (Jordan 67'), David Sánchez, Carnicer (Juanma 73'); Elady y Pedro Martín (Chamorro 56').
Goles: en la puta.

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