Propósitos


Alejandro Oliva (@betandtuit)

Écija, 1; Real Murcia, 2.
El primer propósito del año nuevo es dividir la lista de propósitos del año nuevo en propósitos y deseos. El primer propósito o el primer deseo, a saber. La palabra propósito puede jugar casi siempre en el puesto de la palabra deseo sin problema, es un cambio que apenas nota el equipo, como si metes a Juanra por Orfila, o a Orfila por Juanra, vamos. Pero no es lo mismo, nunca es exactamente lo mismo. Algún día tendremos que hablar de lo embustero que puede llegar a ser el diccionario de sinónimos, ese asesino de matices. El propósito es como un partido de Sergio Busquets y el deseo como una entrevista a Xavi Hernández. El deseo parece lanzarse más al aire, mientras que el propósito se trabaja, se queda. Uno puede proponerse llevar a cabo todo lo que está en su mano, como los clásicos empezar a fumar o no pisar un gimnasio. Cosas que nadie te va a impedir. Pero uno no puede proponerse subir a Segunda A, o que al Ucam no le piten penaltis a favor en todos los partidos, por mucho que lo desee. Hay cosas inalcanzables por naturaleza, como ganarle al Recreativo de Huelva alguna vez en casa; cosas que puedes desear, y hasta intentar con todo el tesón del mundo, pero son imposibles. Por más frases de autoyuda adolescente que inventen, la esencia de lo inalcanzable es que no se puede alcanzar. Y a veces, por muy optimista que sea uno, la palabra propósito no puede jugar en el puesto de la palabra deseo, que sube la banda con demasiadas pretensiones y olvida que, tarde o temprano, perderá el balón.

Arrancó el nuevo año y el Murcia actual parece apoyarse, por fin, más en propósitos que en deseos. Más allá del soñado deseo de ascender, el murcianismo necesitaba escuchar el propósito de vivir a largo plazo, de negociar con Hacienda, de ser gestionado mirando al futuro. Y escuchar que la voluntad de los murcianos (excepto la de algunos Jerónimos, claro) será la que salve al Murcia; que la voluntad de la ciudad es que el Murcia siga siendo su equipo. Lo escuchamos y, aunque sólo fueran deseos, sonaban por fin a propósitos. Lo escuchamos, además, un día después de ganar en Écija en el minuto 91, en otro encuentro digno del discurso sereno del Murcia de José María Salmerón, sustentado también en buenos propósitos: el discurso del partido a partido; de la portería a cero, o a uno, si acaso; el discurso de la temporada es larga y tú no te preocupes, ni siquiera por los penaltis en contra, que está Biel. No pareces un tipo de deseos inalcanzables, José María, no te veo para nada con frases de autoayuda adolescente en el fondo de pantalla del portátil, José María. Y, en todo caso, pareces un tipo que sabe diferenciar bien entre propósito y deseo. Un tipo que sabe que hay cosas inalcanzables, como ganarle al Recreativo de Huelva en casa, pero que es capaz de convertir, dentro de unos meses, el soñado deseo de ascender en un propósito que se puede lograr entre todos.

Real Murcia: Biel Ribas; Juanra, Pedro Orfila, David Mateos, Forniés; David Sánchez (Abel Molinero, 84'), Armando; Santi Jara (Jordan Domínguez, 72'), Fran Carnicer (Salva Chamorro, 62'), Pedro Martín; Elady.
Goles: 0-1, Elady (4'); 1-1, David Castro (78'); 1-2, Juanra (91').

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