LM Valero
Es la sorpresa del verano. Ha emergido de repente
desde una pedanía de la capital, sin que nadie lo esperase demasiado, y puede
que su nombre habite mucho, mucho tiempo en nuestros labios. Podría estar
hablando de la Confitería Agustín de Churra, impecable escenario de esta
entrevista, pero me refiero a Adrián Hernández Abenza (Murcia, 37 años), el hombre que llega al Murcia tras haber multiplicado panes y peces las dos últimas temporadas en el Churra. Enseguida toma la iniciativa en el encuentro ("Pide lo que
quieras, invito yo") y desde las primeras palabras llegas a una conclusión:
es Adrián Sin Miedo, alguien que pasa de largo ante los tópicos, que es
humilde pero no va de humilde y que tiene sueños de aficionado, más que
reservas de entrenador de un club con economía de guerra. Quizás porque además
de entrenador, es un hincha. Y un hincha siempre sueña.
¿Eres de Churra?
Sí. He vivido en Churra toda mi vida, salvo siete u ocho años en Cabezo de Torres.
He estado tomando algo en Casa Ismael, aquí al lado. Un cortado y una tostada con jamón y queso me ha costado dos euros.
El Casa Ismael es uno de los sitios más baratos de Murcia. Luego por aquí tienes también Los Pachequitos y La Pacheca. Los tres son primos segundos míos. A Los Pachequitos vienen muchos hinchas del Murcia en las previas de los partidos en casa. Se forma ambiente.
Javier Martínez Gilabert, un amigo común que fue contigo al colegio, dice que llenabas los cuadernos de alineaciones, pero no sólo de equipos de élite o del Murcia como dijiste recientemente en otra entrevista, sino que eran también alineaciones de tus propios compañeros de clase.
Así es. Los profesores siempre estaban detrás de mí pidiéndome la libreta, a ver qué estaba escribiendo. La parte final de las libretas la llenaba siempre de alineaciones, hasta que resultaba que casi había más alineaciones que notas de clase. Por ejemplo, organizaba a mis compañeros para el partido del recreo o para los campeonatos del colegio. Si ese día se jugaba, pongamos por caso, un Real Madrid-Atlético de Madrid, anotaba lo que yo haría como entrenador de los dos equipos, y qué posibles cambios haría según como transcurriese el partido.
¿Cómo ves un partido de fútbol en tu casa? ¿Vas dándole vueltas a lo que tú harías y a lo que está pasando a nivel táctico?
Si estoy solo, me paso todo el rato pensando en qué están haciendo los jugadores, y sobre todo, cómo solucionaría yo la situación de cada equipo. Y si estoy con algún compañero, sí que expreso en voz alta alguna cosa más. Pero intento no meterme demasiado en temas tácticos al hacer esos comentarios. Sí que es verdad que mis amigos me preguntan qué es lo que haría en determinadas fases del partido, y yo siempre respondo, pero disfrutando del momento.
¿Te gusta algún comentarista de fútbol concreto?
Antes me gustaba bastante Santiago Segurola. Cuando Valdano es explícito, también me gusta. Sabe mucho de fútbol en términos de juego de posición. Creo que, en general, los comentaristas se mojan poco, aunque no es fácil ese papel.
Eres profesor y entrenador.
Sí, es que es parecido. Me gusta motivar a mis alumnos, ver que mejoran. Pero lo que amo, para lo que valgo, y para lo que noto que doy un valor añadido, es como entrenador. Mi vocación era ser profesor, y mi pasión vocacional era ser entrenador.
Me llamó la atención que dijeras: "Yo he nacido para esto", cuando te presentó el Murcia.
Porque no me da miedo entrenar al Murcia. Me dan más miedo los factores externos.
¿A qué te refieres con factores externos?
Pues todo el contexto que lleva el Murcia. La posibilidad de que haya prisa. Un equipo que va a vivir del colectivo necesita de tiempo para generar ese colectivo, para generar riquezas tácticas, para generar sinergias entre los futbolistas. Necesitas meses para que el equipo comience a tener engranaje y los conceptos que quieres. Pero nosotros vamos a intentar acortar los plazos el máximo posible.
Dijiste hace poco en una entrevista que tenías claro que ibas a ser entrenador del Murcia.
Yo llevo muchos años haciendo running con mi mujer junto a Nueva Condomina, y cuando mirábamos el estadio le decía: "Cristina, tienes claro que yo voy a ser entrenador del Murcia algún día, ¿verdad?". El otro día, andando con ella, me lo recordó: "¡Cuántas veces me repetiste que ibas a ser entrenador del Murcia!". No le decía que quería entrenar al Madrid o que quería entrenar al Barcelona, le decía: quiero entrenar al Murcia y quiero crecer con el Murcia.
Todos estamos esperando siempre que llegue la mejor época de la historia del Murcia. ¿Te imaginas siendo protagonista de esa etapa?
Sí. Me imagino siendo parte activa, más que protagonista. Habrá personas que entiendan que a lo mejor no soy el perfil indicado por no haber sido un futbolista profesional. Bueno, yo he jugado al fútbol toda mi vida, pero no he llegado a ser profesional. Me di cuenta con 18 años de que no me daba para ser profesional del fútbol. Jugué a otros niveles. Lo que a mí me ha hecho ilusión siempre es crecer con el Murcia como entrenador, poder ir subiendo categoría a categoría. Y por qué no: tener un modelo inglés en este club, estar un periplo largo juntos, y llegar en un momento determinado a Europa. Nada me haría más ilusión. Estamos hablando a largo plazo. Pero se puede lograr: tenemos un gran campo, una gran ciudad y una gran afición. Ése es mi objetivo para el periodo de los próximos 5-10 años. No digo que se vaya a dar: estoy hablando de mis sueños.
¿De verdad es posible?
Si se hacen las cosas bien, sí. Si salimos este año con austeridad de esta situación en la que estamos económicamente, estoy convencido de que en unos años el Murcia va a ser un cohete. La culpa de esta situación no ha sido de los murcianos, sino de la gente que ha venido y ha especulado con el club en anteriores etapas. Han hecho las cosas mal y han dicho: que pase el siguiente. Ha habido más mercantilismo que intereses deportivos. No viene de un año ni de dos, ni siquiera de diez. Viene de más atrás.
Esta temporada tenemos el reto de conjugar la ambición natural del Murcia en Segunda B con la paciencia a la que obliga nuestra situación económica. ¿Cómo se hace eso?
Hay que concienciar a la gente de la situación en la que estamos. El mensaje tiene que llegar. Ahora mismo el Murcia necesita a los murcianos, incluso al que no sea muy seguidor del fútbol. Es bueno para todos que el Murcia sobreviva. Es bueno para un restaurante, para el ayuntamiento, para el que tiene cualquier tipo de negocio. Va a generar riqueza que el Murcia esté donde se merece. Todos tenemos una responsabilidad para con el Murcia, y tenemos que salvarlo.
¿Cuál es el objetivo este año?
El objetivo pasional es que con trabajo, con ilusión, con paciencia, con roles, con un espacio táctico bien montado... el equipo puede perfectamente competir. Quizás no podamos competir en las mismas condiciones que los grandes dinosaurios de la categoría, pero sí vamos a ir aproximándonos cada día más. Y a ver lo que pasa después, si nos metemos entre los cuatro primeros. ¿Si no nos metemos? Entonces habrá que hacerlo lo mejor posible, y formar futbolistas para que se pueda generar riqueza de cantera.
¿La directiva te ha pedido algo concreto para esta temporada?
No me han hablado de un objetivo definido. Pero esto es el Murcia. El Murcia va a Huelva y tiene que salir a ganar. El Murcia va a Cartagena y tiene que salir a ganar. Y después, tenemos que ser lo suficientemente inteligentes para saber que no vamos a tener las grandes nóminas de años anteriores. Ahora tenemos que aportar todos, y tenemos que tener más paciencia que nunca.
En esta zona de España no hay paciencia ni proyectos.
Falta tener una estructura. Faltan tecnócratas: gente entendida en cada puesto que entienda que lo más importante es el modelo, el proyecto. Si una persona no funciona, se cambia, pero el modelo sigue siendo el mismo. Lo importante es el modelo, incluso más que las personas. Muchas veces no hay proyecto, sino bandazos. Necesitamos un modelo de club, y continuar con esa línea.
¿La camiseta del Murcia puede pesar a jugadores humildes como los que tendremos este año?
Depende de la personalidad del jugador. Hay jugadores que desde el primer momento saltan a Nueva Condomina y juegan sueltos, sin presión, mientras que a otros les cuesta más. Pero esto pasa también en Tercera División. Cuando los partidos son de presión, hay futbolistas que ya no son los mismos. Algunos lo superan o lo van puliendo, pero cuesta. Cuando veo a algún jugador muy joven que domina el aspecto emocional, que tiene una gran actitud, pienso: tiene lo más difícil. Después puede mejorar la técnica, lo táctico, lo físico... Pero todo lo que tiene que ver con la mentalidad es lo más difícil de cambiar. Bertomeu subió este año con el primer equipo y demostró una gran personalidad. Después tendrá unas virtudes y unos defectos, pero la personalidad y la capacidad psicológica la tiene.
¿Cómo quieres que sea el Murcia dentro del campo?
Quiero un fútbol con oportunidades de gol. A partir de ahí, ver qué tiene el rival y qué tenemos nosotros para hacerle daño. Y sobre todo, tenemos que ser muy competitivos. El equipo que es competitivo, aun teniendo menos que el rival, siempre está ahí, y busca las armas para hacer daño. A mí me gusta mucho el fútbol de transiciones con solidez defensiva. También me gusta el juego de posición, cuando tienes futbolistas para ello en campo en contrario. Pero claro, eso es difícil: para eso necesitas jugadores con mucha capacidad técnica, y en Segunda B no hay tantos jugadores al nivel que se necesita para atacar a un equipo que está en bloque bajo. Resumiendo: hay que saber lo que tenemos, y saber de qué manera podemos hacer daño al rival. Pero es muy importante sentir que nuestro gol está más cerca siempre que el del rival.
¿Crees que el Murcia debe tener un sello claro?
Quiero que sea un equipo reconocible. Que conecte con el aficionado. Quiero un equipo que tenga alma. Esa es la clave.
¿Qué significa esa filosofía tuya de 'cuantos más impactos, más lejos del gol'?
Cuando un futbolista está en área, muchas veces por miedo a definir tiende a acercarse al portero o a dar otro pase, pero debe definir. Cuantos más toques des dentro del área, más posibilidades le das al rival de defenderte. Si estás en situación buena para definir, debes definir, y con pocos impactos. También va con la calidad del futbolista. Pero por ejemplo, en un contragolpe tienen que ser siempre pocos impactos.
En todos los estadios del Grupo IV habrá aficionados del Murcia. No creo que ningún otro club de Segunda B pueda presumir de eso.
Tenemos que acercar el futbolista al aficionado. Está un poco alejado. El futbolista y el entrenador no son dioses. Somos personas, como los aficionados. Vamos al baño igual que ellos. El aficionado tiene que entender que el jugador está sometido a una presión fuerte, pero dentro del respeto, tenemos que generar un vínculo con la afición. Ese vínculo debe ir creciendo.
¿Qué tipo de plantilla te gustaría tener?
El club tiene que ver primero qué jugadores van a seguir, y a partir de ahí rearmarnos. Es decir, vamos a ser más reactivos que proactivos. Yo lo que quiero es un equipo con identidad. Quiero tener muchos jugadores de la zona, para generar vínculos. Sí quiero una plantilla con cinco o seis jugadores con experiencia, pero quiero que los demás sean futbolistas con hambre, con ganas, con ilusión, que no caigan en la dejadez. Quiero que el jugador que no esté siendo habitual salga quince minutos de suplente en un partido y lo haga tan bien que me haga decirme a mí mismo: "madre mía, en qué situación me está metiendo", de lo bien que lo ha hecho. Y al partido siguiente no le voy a dar quince minutos, sino veinte, y al siguiente, treinta y cinco minutos, porque se lo está ganando -golpea con el puño en la mesa-. Quiero que hablen en el terreno de juego. Por encima de todo, quiero una plantilla que sienta que jugar en el Murcia es una oportunidad.
¿Crees que el entrenador puede insuflarle espíritu a un club? Por ejemplo, Simeone.
Desde luego. Lo voy a intentar. Quiero conseguir que todos nos sintamos más del Murcia.
¿Te preocupa la inexperiencia en la categoría?
Necesitaré un espacio para adaptarme a todo. Si te dijera que no, estaría mintiendo. Pero eso no quiere decir que no tenga experiencia en cuanto a los entrenamientos, la salida del balón... todo eso es lo mismo. El vestuario es el mismo, sólo cambia la cuenta corriente. Aquí se trata de sacar rendimiento a tus futbolistas. Y si tu equipo tiene nivel para quedar en el puesto doce, yo me quedo contento si lo dejo en el puesto ocho o nueve.
Dijiste que uno de tus puntos fuertes es la gestión del grupo.
La palabra es 'honestidad'. Si un jugador no va a jugar conmigo, tengo que decirle a la cara que no va a jugar. Y después, para ser un gestor de grupos tienes que leer qué requiere cada situación. No hay un manual ni un protocolo fijo. En cuanto a las charlas motivacionales que han corrido por Internet: evidentemente soy una persona visceral, que intento conectar con el futbolista, pero cada situación requiere un tono. Las charlas van en función del rival, del estado del equipo... de todo.
Ahora lo más difícil de todo: mi amigo Javi Zamora me ha pedido que te pregunte qué pancarta te gustaría ver colgada todo el año en Nueva Condomina, porque él tiene la pintura y la tela preparada, y la hace hoy mismo. O sea, que nos digas una frase que te gustaría ver en una pancarta.
A por ellos!!!
ResponderEliminarmierda de entrenador, mierda de equipo y mierda club.
ResponderEliminar